Pues es muy sencillo: tradicionalmente, las empresas frente a una necesidad en materia de seguridad, han tendido a ponerse en contacto con empresas del sector que han procurado responder a dichas necesidades en base a los servicios que prestaban.
El problema radica en que no siempre esos servicios son los que el cliente necesita. Hay veces que un vigilante de seguridad no resuelve el problema, ni una cámara de vigilancia, o el refuerzo de un perimetral nos garantiza que todo esté resuelto. Muchas veces, casi siempre, una combinación de servicios es lo que nos da la solución. Pero si una empresa de seguridad no cuenta con todos los servicios necesarios no los va a ofertar sino que va a apostar por lo que le permitirá facturar.
En eso está la diferencia, en que nosotros no hacemos eso. No somos empresa de sistemas, ni de vigilancia, ni de auxiliares. Somos consultores adaptados a la nueva legislación de seguridad privada que se alinean con el cliente para analizar las amenazas y proponer las soluciones que luego contratar. Nos convertimos en su departamento de planificación de seguridad.